La Agencia Europea del Medio Ambiente se muestra optimista tras lograr el 14,9% en 2013
Las naciones de la UE van camino de alcanzar el objetivo de que el 20% de la energía que consumen provenga de fuentes renovables para 2020, a pesar del retraso de algunos países como Reino Unido, Holanda y Luxemburgo, dice la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) en un in forme que acaba de publicar bajo el título Renewable energy in Europe —approximated recent growth and knock-on effects, en el que analiza el avance de las energías renovables y sus efectos en la reducción de las emisiones de carbono y de los combustibles sólidos, así como en la mejora de la seguridad energética de la UE.
El informe de la AEMA afirma que sin la energía verde, el uso del carbón habría sido un 13% superior y se habría empleado un 7% por ciento más de gas natural en 2013, en un momento en el que las reservas de gas de la UE están menguando. Según los datos que maneja la AEMA, la cuota de las energías renovables en el consumo de electricidad en la UE aumentó a casi el 15% en 2013, lo que supone una mejora respecto del objetivo del 12% fijado por la Directiva de Energías Renovables.
Los datos prácticamente son los avanzados por EurObserv’ER a finales del año pasado. Según aquel informe el consumo final bruto de energía creció en la UE en 2013 en 7,8 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep), al lograr los 170,0 Mtep frente a los 163 alcanzados un año antes. La energía eólica fue la fuente de energía que más contribuyó a este crecimiento al aportar casi un 30% del aumento (2,3 Mtep). El uso de biomasa para producción de calor también creció (1,9 Mteps), gracias sobre todo al tirón que esta fuente de energía experimentó en Francia, mientras que el tercer factor clave del crecimiento de la cuota renovable hay que buscarlo en el sector solar fotovoltaico (1,1 Mteps). El biogás, por su parte, también registró buenos números, al crecer su aportación en un total de 549.000 teps de electricidad y 362.000 de calor.
El objetivo general que la Unión Europea debería cumplir en 2020 es obtener el 20% de la energía de fuentes renovables. Un objetivo que algunos países superaron ampliamente hace tiempo pero que a otros les va a costar mucho alcanzar por ir con un notable retraso. Entre los primeros están Austria, Finlandia, Suecia y Letonia, países en los que la energía renovable supuso más de un tercio del consumo energético en 2013, mientras que en el otro extremo, Reino Unido, Luxemburgo, Malta y Holanda obtenían menos del 5% de su energía de fuentes renovables (ver gráfico).
La agencia prevé que los rezagados avancen más rápido. Este es el caso del Reino Unido, que está dando pasos importantes sobre todo en energía eólica, segmento en el que instaló casi 1.470 MW nuevos en 2014, con un crecimiento del 14%, con un impulso especial en la eólica marina. La elección de energía es delicada en la medida en que las naciones de la UE insisten en su derecho a decidir qué combustible usan. Reino Unido, por ejemplo, está invirtiendo en la generación nuclear, que está libre de emisiones de carbono, y ha buscado limitar cualquier objetivo renovable nacional para el futuro.
El pacto alcanzado el pasado octubre estableció que en 2030 se alcance un 27% de energías renovables, algo que los ecologistas consideraron que no era un aumento suficiente respecto a la meta para 2020. Pero hoy día, el carbón, el petróleo, el gas y otros combustibles fósiles siguen constituyendo en torno a tres cuartas partes del consumo final de energía de la UE, cuando los combustibles fósiles son la principal causa del cambio climático, de la contaminación del aire y de otros efectos medioambientales. Por ello, las predicciones a largo plazo de la UE indican que las energías renovables deberían alcanzar una participación de entre el 55% y el 75% en el mix energético de la UE para lograr los objetivos de reducción de emisiones de CO2 y del cambio climático.
De todas formas, el director ejecutivo de la AEMA, Hans Bruyninckx, es optimista y señaló en la presentación del informe que las energías renovables se están convirtiendo rápidamente en uno de los grandes éxitos de Europa, pero que se puede ir aún más lejos: “Si apoyamos la innovación en esta área podría convertirse en un importante motor de la economía europea, reduciendo las emisiones al tiempo que impulsa la creación de puestos de trabajo”.
Un optimismo que contrasta con lo que decía la propia AEMA el pasado mes de octubre, cuando advertía de que España no cumpliría sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y de cuota de renovables para 2020 si no tomaba nuevas medidas o flexibilizaba mecanismos para lograrlos. Unos objetivos de emisiones que, a su juicio, tampoco cumplirían Alemania, Luxemburgo, Polonia, Austria, Bélgica, Finlandia e Irlanda de no tomar las mismas medidas. ¿Qué es lo que ha cambiado? Desde luego, el recorte a las renovables y la evolución de las inversiones no animan a ser optimistas en el caso de España. Habrá que estar atentos.
FUENTE: El Periódico de la Energía