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El año 2015 está poniendo de manifiesto con hechos los beneficios de las renovables y su mayor velocidad de maduración en costes y evolución tecnológica. El último informe de costes de la AIE analiza cómo desde 2010 los costes de generación con fotovoltaica y eólica han caído hasta ser competitivos con los del carbón, el gas y la nuclear. La tendencia es que a medida que se reducen los costes de las renovables se incrementan los de las fuentes de energía convencional y fósil. El ejemplo más espectacular es el de la caída de costes de la fotovoltaica que hoy puede competir con cualquier otra fuente. Este hecho repercute a su vez en la reducción de los precios de la energía por la mayor producción renovable.

Un caso práctico es el de Alemania, donde los precios de la energía se encuentran por debajo de los 30 euros el megavatio, el nivel más bajo en más de una década, lo que explica las pésimas cotizaciones en bolsa de los grandes grupos de la energía germanos, E.ON y RWE. El nivel de 30 euros por megavatio estaba considerado como una barrera psicológica para el mercado, según Bruno Brunetti, director sénior de electricidad de Pira Energy Group en Nueva York. “Estamos llegando a unos niveles claramente perjudiciales para el sector, no me sorprendería que bajáramos todavía más de ese nivel, pero deberíamos mantenerlo”, comentó por su parte Omar Rmdani, jefe de análisis de Rhein Energie Trading Gmb en Colonia.

«Estas tendencias están detrás del enorme crecimiento del autoconsumo en Alemania y EEUU en 2015», afirma Javier García Breva, asesor en políticas energéticas y Presidente de N2E.

En julio del 2008, en los días previos a la crisis financiera, esos precios superaban los 90 euros por megavatio. Los contratos de electricidad para entrega a un año han caído en los últimos días al nivel más bajo desde octubre del 2003. E.ON, el mayor gigante energético alemán, vio como sus acciones caían el lunes (en el contexto del desplome general de las bolsas) un 8,6%, el mayor descenso desde noviembre del 2012. En ese mismo día, RWE perdía en bolsa un 9,1% del capital, su mayor descenso desde agosto del 2011.

Los precios de la energía prometen caer todavía más el próximo año como consecuencia del denominado “Energiewende”, una política energética promovida por la canciller Angela Merkel en la que las energías renovables (básicamente la solar fotovoltaica y la eólica) tienen cada vez un mayor protagonismo.

El objetivo de esta política (que está colocando en una situación delicada a las compañías que obtienen la energía de plantas de carbón y gas) es que la energía procedente de las renovables sea el 60% del total producido en el 2035. Actualmente es del 28%. En consonancia, empresas como Vestas, la fabricante danesa de turbinas para energía eólica, está alcanzando récords de cotización por el alto nivel de demanda.

Otras fuentes del mercado han indicado que la caída en los precios de la energía es el resultado también de la baja demanda de electricidad en el mercado alemán –el mayor consumidor europeo– y de los bajos precios del gas, el petróleo y el carbón en los mercados internacionales.

Ricardo Klimaschka, trader en Energieunion Gmbh, explica que “no está escrito que ese descenso vaya a detenerse ahí. La generación de renovables va a incrementarse y las modernas plantas a base de carbón producen ya a un nivel de los 25 euros… los 30 euros son puramente psicológicos”.

RWE y E.ON son los valores con una peor evolución en el indicador DAX de la Bolsa de Frankfurt en el último año. E.ON cotizaba el lunes 24 de Agosto por debajo de los 10 euros, el nivel más bajo desde que este consorcio se constituyera hace ahora quince años. E.ON acumulaba un descenso del 33% en el año y en el caso de RWE la pérdida acumulada era del 48%. Portavoces de E.ON culparon a la evolución de los mercados de materias primas de la situación.

El 59% de la generación de electricidad procede en estos momentos del carbón y de la energía nuclear. Pero el Gobierno germano se ha comprometido a cerrar, de aquí al año 2022, los ocho reactores nucleares todavía en marcha. En junio se cerró la planta de Grafenrheinfeld.

Para Javier García Breva, asesor en políticas energéticas y Presidente de N2E, «los días de la generación centralizada están contados. El desplome de los precios de la energía en Alemania donde han caído al nivel más bajo desde hace diez años gracias a la mayor generación eléctrica con renovables».

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